Mis planes.

 

Mi mamá en la mañana preocupada por que el mercado laboral ha sido un poquito hijo de puta, con su retoñito de 32 primaveras, me preguntó ¿Cuáles son mis planes?.

 Yo entiendo al mercado, vamos que no está preparado para tener un abogado de los caros, conde de angora Junior de elegancia natural, genio no comprendido, con el pelo rubio cenizo y ojitos de reptil con defectito, extraño tipo que le gustan los sombreros, naufrago voluntario en el mar de las dudas, sencillo y fácil como un perro, como salido de otro planeta y de lo más normal.

Por lo tanto, ante la pregunta de mi madre, me le quedé viendo a los ojos así como serio y le comenté: “Pues ahorita mis planes son bailar” y levantándome de la silla la tomé de la cintura pretendiendo bailar de cartoncito de chela con mi mamá. Al compas de la risa más linda que es la espontanea.

Vamos que soy consciente, que ayer, que antier  y posiblemente hoy, las cosas se me pongan tendientes a robarme la sonrisa. Pero que se los permita, ahí es otro cantar, què cosa puede ser tan mala para robarte  el buen humor.  Si eso nada más es mío, es mi decisión tener el ánimo tan bueno como lo es mi vida o como supongo que es.  Haciendo mío el dicho de Facundo “El ser feliz es una obligación, porque el infeliz jode a todo el vecindario”,( el jode se lo añadí al dicho). Qué culpa tienen mi novia, mis padres, mis amigos  y los demás que el mercado laboral sea tan bruto como para no contratar a este bruto.

Si estás vivo, estarás rodeado de personas que se aferran a que tus sueños no se cumplan, no porque aparentemente logren su cometido quiere decir que no se cumplirán, tienes que levantarte sacudirte como perro mojado e intentarlo otra vez. No hay hombre más noble que  el que se levanta del fracaso y lo sigue intentando.