Shadenfreude.

 

Los alemanes han inventado un montón de cosas, pero esta palabrita recién descubierta por su servidor retumbo en mis neuronas. La palabra  en castellano significa amor por la desgracia ajena.

Y no es de sorprenderse, dentro nuestro complejo sistema de emociones hay una que regocija cuando a un miembro de nuestra especie de simios parlantes le pasa una desgracia y pasa tan seguido que tiene su palabra en casi todos los idiomas humanos. Que bonita especie animal somos, ¿no?.

Yo supongo que nadie se ha de alegrar por la desgracias que me pasan, si podrías aplicar esa palabra, pues me mantengo con una inmejorable mala salud de hierro, una dama que me hace sentir especial, unos amigos que hacen suyas mis penas y mis alegrías, una familia hermosamente disfuncional, un corazón llenito que se desborda de alegría solo por respirar y otras tantas cursilerías que presumir, pero paraqué enlistarlas, si al final son solo mías.

Desgracia, es para mí todo aquello que te quita la vida. Una enfermedad, una bala perdida, un accidente aéreo, un tsunami, los efectos que hace la lactosa en mi cuerpo, ser alérgico a los ostiones. Vamos eso es desgracia, lo demás es sal y pimienta en este bacanal que es mi vida.

  Lamento mucho informales a aquellos Sahenfreude lovers, que no les he dado el gusto de estar en una Desgracia.  Y para cuando lo esté, seguramente ya estaré siendo analizado por la ciencia, sembrado o guardado en una cajita y seguramente ya no me va a importar darles gusto. Como tampoco me ha de importar que decidan hacer con mis huesos incrustados de nicotina.

La vida dura poco tiempo y estar pensando o investigando que sujeto se alegra cuando hago unas de habituales tonterías, se me hace tan inútil como ver  como hierve un huevo. Yo voy haciendo mi camino aunque parezca mal o este mal. Corregirlo si se puede o si se debe, si no se puede o no se debe pues hablen o piensen lo que les venga en gana. Citando y haciendo propio el dicho de: “si las personas que hablan mal de mí supieran lo que pienso de ellas hablarían peor.” Me despido.

Traigo este estilo de escritura soso y aburrido. Pero he querido mantenerme fiel a esto vicio de la letra.